EL MITO DE LEDA. MITOLOGÍA, ICONOGRAFÍA Y LITERATURAAPLICACIÓN DIDÁCTICA PARA LA ASIGNATURA DE LENGUA Y LITERATURA ESPAÑOLAS
Hans Baldung Grien: Leda y el cisne NIVEL: Esta aplicación didáctica está pensada para llevarla a cabo con alumnos de 4º de ESO, en la unidad correspondiente a
La Literatura Modernista. PROPÓSITOS: Se pretende básicamente que, por una parte, vean la pervivencia de los mitos en la poesía contemporánea y, por otra, la interrelación entre las artes y la literatura. El mito que sirve de motivo común es el de Leda y el cisne, bastante conocido en la Edad Media, pero que toma sus tintes eróticos más acusados en el Renacimiento.
Leda
El cisne en la sombra parece de nieve;
su pico es de ámbar, del alba al trasluz;
el suave crepúsculo que pasa tan breve
las cándidas alas sonrosa de luz.
Y luego, en las ondas del lago azulado,
después que la aurora perdió su arrebol,
las alas tendidas y el cuello enarcado,
el cisne es de plata, bañado de sol.
Tal es, cuando esponja las plumas de seda,
olímpico pájaro herido de amor,
y viola en las linfas sonoras a Leda,
buscando su pico los labios en flor.
Suspira la bella desnuda y vencida,
y en tanto que al aire sus quejas se van
del fondo verdoso de fronda tupida
chispean turbados los ojos de Pan.
- La pintura de
La fábula de Leda, de Correggio(1493-1534), de hacia 1540-1545, que se encuentra en la Gemälde Galerie de Berlín. La pintura pertenecía al ciclo “Los amores de Zeus”. Existe copia de Eugenio de Cascese (1577-1634) —o Caxés o Cajés—; podemos contemplarla en el Museo del Prado; se realizó antes de que el original saliera de España, cuando el rey Felipe III lo regaló al emperador Rodolfo. La pintura la puede encontrar el alumno en
http://commons.wikimedia.org/,
http://http//es.wikipedia.org/Para trabajar este mito, los alumnos, divididos en grupos, estudiarán los siguientes aspectos; posteriormente, se llevará a cabo una exposición y puesta en común.
1. Características formales y temáticas del poema Leda, desde el punto de vista de su vinculación al Modernismo.
2. Algunas características generales del arte renacentista, y en especial de la pintura de ese periodo.
3. Estudio del mito de Leda y el cisne y sus consecuencias.
4. Correspondencia entre la plasmación del mito de Leda en la pintura de Correggio y en el poema de Darío. Para ello los alumnos pueden percibir la correlación entre los momentos del poema con los momentos del cuadro (se puede aprovechar para explicar el simultaneísmo pictórico):
a) Primera estrofa del poema, en relación con la primera visión del cisne (a la derecha superior de la imagen, al oriente donde el cisne vuela sobre el fondo oscuro y crepuscular, no del ocaso, sino de orto del día).
El cisne en la sombra parece de nieve;
su pico es de ámbar, del alba al trasluz;
el suave crepúsculo que pasa tan breve
las cándidas alas sonrosa de luz.
b) Segunda estrofa, en relación con la segunda imagen del cisne en las ondas del lago, bañados y radiantes de sol los cuerpos de Leda y del cisne con sus alas tendidas.
Y luego, en las ondas del lago azulado,
después que la aurora perdió su arrebol,
las alas tendidas y el cuello enarcado,
el cisne es de plata, bañado de sol.
c) Tercera y cuarta estrofas, en relación con la posesión —más bien complaciente— de Leda por Zeus (olímpico pájaro herido de amor) en forma de cisne y la turbadora presencia de Pan en el fondo verdoso de fronda tupida. Se puede plantear si esa presencia sugerida, oculta, voyeur, no es también el propio lector del poema y el espectador del cuadro.
Tal es, cuando esponja las plumas de seda,
olímpico pájaro herido de amor,
y viola en las linfas sonoras a Leda,
buscando su pico los labios en flor.
Suspira la bella desnuda y vencida,
y en tanto que al aire sus quejas se van
del fondo verdoso de fronda tupida
chispean turbados los ojos de Pan.
A partir de esa visión doble y complementaria, se pueden plantear distintas cuestiones, tales como las siguientes:
- el sentido del mito de Leda y el cisne; téngase en cuenta que el vocablo de Leda tiene un origen licio: procede de “lada”, cuyo significado es el de “mujer”;
- las consecuencias de la posesión de Leda (una de las criaturas creadas es la propia Helena, la causante de la destrucción de Troya);
- la actitud complaciente de Leda en el cuadro de Correggio y su copia por parte de Cajés (muy en consonancia con la visión armónica de las fuerzas del hombre y la naturaleza que sostienen los modernistas);
- el sentido de la presencia de los erotes a la izquierda del cuadro;
- la interpretación del acto sexual entre el cisne y Leda como la alegoría del actor creador poético;
- la significación del símbolo del cisne en la poesía de Rubén Darío, para lo cual también se puede vincular con otros poemas rubenianos, como “Los cisnes”, “Por un momento, ¡oh Cisne!, juntaré mis anhelos”, o “¡Antes de todo, gloria a ti Leda!”, de la sección “Los cisnes y otros poemas”, también de Cantos de vida y esperanza, o con los poemas “Blasón” y “El cisne” de Prosas profanas (1896); este último lo añadimos a continuación a modo de ejemplo (el alumno lo puede encontrar en las páginas ya arriba indicadas):
Fue en una hora divina para el género humano.
El cisne antes cantaba sólo para morir.
Cuando se oyó el acento del Cisne Wagneriano (*)
fue en medio de una aurora, y fue para revivir.
Sobre las tempestades del humano oceano
se oye el canto del Cisne; no se cesa de oír,
dominando el martillo del viejo Thor germano
o las trompas que cantan la espada de Argantir.
¡Oh Cisne! ¡Oh sacro pájaro! Si antes la blanca Helena
del huevo azul de Leda brotó de gracia llena,
siendo de la Hermosura la princesa inmortal,
bajo tus blancas alas la nueva Poesía
concibe en una gloria de luz y de armonía
la Helena eterna y pura que encarna el ideal.
(*) Se puede explicar la presencia del cisne en Lohengrim, ópera de Richard Wagner, a quien tanto admiraba Rubén.
Es importante que los alumnos consideren la idea de que en los mitos están configurados nuestros esquemas mentales primarios y todos aquellos pensamientos y experiencias irracionales. A través del mito explicamos el logos. Conocer los mitos —sea cual sea su naturaleza— de una sociedad y una época es conocer su mentalidad, su visión y su cosmovisión.
Igualmente se pueden estudiar otras expresiones artísticas del mito de Leda y el cisne.
A) En pintura (sin incluir grabados o dibujos) podemos recordar distintas visiones de este mito: Leda y el cisne, de Giorgione; Leda y el cisne, de Peruzzi; Leda y el cisne, dos copias de originales perdidos de Leonardo da Vinci, una de pie y otra semiarrodillada; Leda y el cisne, dos copias de dos versiones diferentes de Miguel Ángel (una copia es sólo un dibujo); Leda y el cisne, Alessandro Varotari detto il Padovanino; Leda y el cisne, de Rubens; Júpiter y Leda, de Lucas Jordan; Leda y el cisne, de Boucher; Leda y el cisne, de Paul Tillier; Leda y el cisne, fresco de Delacroix (sobre el mismo motivo había pintado antes un cuadro hoy perdido); Leda y el cisne, de Gustave Moreau (Museo Moreau); Leda con cisne, de Paul Cézanne; Leda atómica, de Salvador Dalí.
B)
La literatura también ha tratado profusamente el motivo del mito de Leda. Recordemos de pasada su presencia, en la propia antigüedad griega, en la Helena de Eurípides, o “La violación de Leda” de Ronsard en el siglo XVI, en sus
Les quatre premiers livres des odes; a Góngora se le atribuye el soneto “Cisne gentil, después que crespo el vado”. En la literatura contemporánea podemos destacar las visiones de Francisco Villaespesa (también modernista, en
Los jardines de Afrodita), en España, y las de W. B. Yeats (
The Tower, 1928) y R. M. Rilke (
Neuen Gedichte, 1908), en la literaturas inglesa y germánica respectivamente. Veamos algunos de esos poemas:
Luis de Góngora, A una dama muy blanca vestida de verdeCisne gentil, después que crespo el vado
dejó, y de espuma a la agua encanecida,
que al rubio sol la pluma humedecida
sacude de las juncias abrigado:
copos de blanca nieve en verde prado,
azucena entre murtas escondida,
cuajada leche en juncos exprimida,
diamante entre esmeraldas engastado,
no tienen que preciarse de blancura
después que nos mostró su airoso brío
la blanca Leda en verde vestidura.
Fue tal, que templó su aire el fuego mío,
y dio, con su vestido y su hermosura,
verdor al campo, claridad al río.
(En:
http://www.ciudadseva.com/textos/poesia/esp/gongora/aunada.htm)
De Los jardines de afrodita, de Francisco VillaespesaEl cisne se acercó. Trémula Leda
la mano hunde en la nieve del plumaje,
y se adormece el alma del paisaje
de un rojo crepúsculo de seda.
La onda azul, al morir, suspira queda;
gorjea un ruiseñor entre el ramaje,
y un toro, ebrio de amor, muge salvaje
en la sombra nupcial de la arboleda.
Tendió el cisne la curva de su cuello,
y con el ala -cándido abanico-,
acarició los senos y el cabello.
Leda dio un grito y se quedó extasiada...
y el cisne levantó, rojo, su pico
como triunfal insignia ensangrentada.
(En:
http://www.los-poetas.com/f/villa1.htm)
Yeats, LEDA AND THE SWAN (1924)
A sudden blow: the great wings beating still
Above the staggering girl, her thighs caressed
By the dark webs, her nape caught in his bill,
He holds her helpless breast upon his breast.
How can those terrified vague fingers push
The feathered glory from her loosening thighs?
And how can body, laid in that white rush,
But feel the strange heart beating where it lies?
A shudder in the loins engenders there
The broken wall, the burning roof and tower
And Agamemnon dead.
Being so caught up,
So mastered by the brute blood of the air
Did she put on his knowledge with his power
Before the indifferent beak could let her drop?
(En
http://www.web-books.com/Classics/Poetry/Anthology/Yeats/Leda.htm)
Traducción:
Una ráfaga súbita: las magnas alas desplegadas
sobre la doncella vacilante, los muslos acariciados
por las negras palmas, en el cuello el pico preso;
indefensa y sujeta pecho contra pecho.
¿Cómo pueden esos frágiles dedos aterrados
defender los mansos muslos de la gloria alada?
Y ante ese blanco torrente, un cuerpo así tendido,
¿qué hace salvo sentir el palpitar desconocido?
Un espasmo en la entrepierna concibe
el muro caído, el techo y la torre ardiendo,
a Agamenón y su muerte.
Tan impotente,
tan rendida ante el brutal hijo del aire,
¿unió ella al recibirlos el saber y el poder
antes de que el indiferente pico la dejara caer?
Als ihn der Gott in seiner Not betrat,
erschrak er fast, den Schwan so schön zufinden;
er ließ sich ganz verwirrt in ihm verschwinden.
Schon aber trug ihn sein Betrug zur Tat,
bevor er noch des unerprobten Seins
Gefühle prüfte. Und die Aufgetane
erkannte schon den Kommenden im Schwane
und wusste schon: er bat um Eins,
das sie, verwirrt in ihrem Widerstand,
nicht mehr verbergen konnte. Er kam nieder
und halsend durch die immer schwächere Hand
ließ sich der Gott in die Geliebte los.
Dann erst empfand er glücklich sein Gefieder
und wurde wirklich Schwan in ihrem Schoß.
Traducción:
Cuando el Dios requirió adoptar su cuerpo
casi lo intimidó sentir tan bello al cisne;
se dejó ir, extraviado del todo,
mas pronto su impostura lo hizo actuar,
antes de que pudiera ese desconocido
modo de ser ensayar. Ella, abierta,
reconoció a quien venía en el cisne
y supo de inmediato que él pedía
algo que ella, perdida en la lucha,
no supo defender. Él descendió
y, con su cuello, hizo a un lado la mano
debilitada. El Dios se extravió en ella,
sintiendo sólo entonces su plumaje
y fue de verdad cisne en su regazo.
ACTIVIDAD COMPLEMENTARIA: Sería interesante la visita al Museo del Prado para ver la copia de Cajés de La Fábula de Leda, y, ya de paso, también la magnífica escultura de Leda (copia romana anónima, en mármol, de hacia el 130-140 d. C., del original griego de Timoteo, del año 370 a. C. —con otra copia importante en los Museos Capitalinos de Roma—, perteneciente a la colección de Felipe V. Cabe advertir que la cabeza de Leda es un añadido del siglo XVII, conforme al gusto restaurador de la época). Se puede localizar en:
No es muy usual la representación escultórica de este mito, aunque podemos recordar el grupo “Leda y el cisne” de Cellini, de 1528, o el homónimo de Thierry el Joven, de 1717, o los bronces sobre “Leda” de Desbois o de Borudelle, o el de Botero en nuestros tiempos.
P.D.- Otro trabajo posible de esta característica podría ser el del mito de Dafne y Apolo.
Podemos elegir el cuadro titulado Apolo persiguiendo a Dafne, de Jan Eyck, 1714. Apolo está casi tocando la espalda de Dafne cuando el pie izquierdo de la joven comienza a echar raíces y de sus manos ya surgen amificaciones, en tanto que su rubia cabellera aún ondea impulsada por el viento. En:
Y podemos leer la descripción de Ovidio, Metamorfosis. 1 540 y siguientes:
Qui fumen insequitur, pennis adiutus amoris
ocior est requiemque negat tergoque fugacis
inminet et crinem sparsus ceruicibus adflat.. .
Vix prece finita torpor grauis occupat artus:
mollia cinguntuv tenui praecordia libro,
in frondem crines, in ramos bracchia crescunt;
pes modo tam uelox pigris radicibus haeret.. .
(En el artículo